En numerosas ocasiones hablamos del equipo del Casón de la Vega, pero no todos ustedes conocen a las personas que componen este grupo. Hemos pensado que no hay mejor manera de empezar el mes de febrero que presentándoos a nuestro personal mediante entrevistas individuales a los más representativos de cada departamento.
Está claro que un salón de celebraciones que no disponga de una buena cocina tiene los días contados, es por ello que en nuestra primera entrevista vamos a conocer a Miguel Aurelio Fernández, nuestro Cocinero Jefe.
Miguel es uno de los veteranos en El Casón de la Vega, donde empezó a trabajar a los tres meses de su apertura. Su función “consiste en la organización de la cocina en coordinación con el segundo y con los cocineros” y señala que él mismo es el que se encarga “de atender a los proveedores de productos de cocina y hacer pedidos, elaborar recetas y escandallar platos, llamar a extras de cocina, hacer las producciones de trabajo, costear las celebraciones y del día a día de una cocina con gran capacidad de comensales”. Cuando le pedimos que nos cuente qué destacaría del Casón de la Vega no se lo piensa mucho: “Sus grandes y modernas instalaciones, que te facilitan el trabajo”.
“De pequeño me gustaba ayudar a mi madre en la cocina”. Esas son sus primeras palabras al preguntarle cuándo decidió que quería ser cocinero: “Está claro que cuando tienes diez años no piensas en tu futuro, pero con el tiempo te das cuenta de que trabajas en algo que te gusta y eso te hace sentir afortunado”.
Aunque en un principio Miguel encaminó sus estudios hacia la electrónica industrial, nos explica: “Con el tiempo me di cuenta de que la cocina me hacía feliz y la electricidad me daba miedo. Conclusión: entré de lleno en Hostelería.”.
Este mundo da lugar a numerosas anécdotas, entre las que destaca una de hace unos seis años: “Ese día teníamos una comida de trabajo de unas seiscientas personas, todo estaba preparado para las dos del medio día, y cuando los invitados empezaron a sentarse faltaban unas veinte mesas, lo que quería decir ¡que faltaba comida para unas doscientas personas! Se habían dejado caer unas doscientas personas a comer sin avisar, ya te puedes imaginar… P.D. Todo salió muy bien” y, sonriente, nos guiña un ojo.
Hablando de la actualidad, Miguel hace una pequeña reflexión acerca del mundo de la cocina: “Creo que está demasiado mediatizado. Hay programas de cocina por donde mires y numerosos cursos, pero la televisión no refleja la realidad, todos quieren empezar la casa por el tejado.” Y añade, “La realidad, según mi punto de vista, es que hay que saber hacer primero una cocina tradicional antes que una cocina molecular, y ahora todos quieren ser Ferran Adrià”.
Está claro que la cocina está muy presente en nuestras vidas y, en un salón de celebraciones con la calidad del Casón de la Vega, es un elemento fundamental que sólo puede funcionar de la mano de expertos profesionales que viven con pasión su día a día entre fogones.